jueves, 26 de septiembre de 2013

Repollo medicinal

Originaria del sur de Europa, la col es una planta que se ha cultivado por todas las zonas templadas del planeta y en nuestra zona formo parte imprescindible en la dieta al igual que en otras partes de Europa.
No solo fue utilizada como alimento, sino que cuando los campesinos buscaban remedios para su salud en las plantas de su entorno, también la col formo parte de la farmacopea popular.
Cuando después de las duras jornadas en el campo, los campesinos regresaban a casa con reuma, lumbalgias o contusiones utilizaban las hojas de col, mas concretamente de repollo, para aplicar cataplasmas. Para ello eliminaban el nervio central y aplastaban con un rodillo la hoja y la ponían sobre la zona dolorida tapándola con un paño caliente hasta tres veces al día. Este remedio también es útil en casos de heridas, llagas, contusiones o úlceras de la piel, donde los líquidos ayudan a mejorar y estimulan las células encargadas de la regeneración de la piel.
Otro uso popular  era para tratar la colitis, donde se aconsejaba tomar el cocimiento de una hoja de col en una taza de agua y tomándolo durante el día. Los antiguos romanos la utilizaban para mitigar los efectos del alcohol.
Es una pena que muchos de estos usos se pierdan a la vez que la población del campo.

martes, 24 de septiembre de 2013

Materiales para el acolchado

En ocasiones ya hemos hablado de las ventajas del acolchado. Pero un problema a la hora de instalar un acolchado permanente en el huerto, es que materiales utilizar. La paja es cara y difícil de obtener, a menos que vivamos en zonas cerealistas, ademas de ser un material seco con el que debemos tener ciertos cuidados ya que su contenido en nitrógeno es escaso y si se enterrase los organismos del suelo al descomponerlos tendrán que movilizar una gran cantidad del nitrógeno disponible en el suelo.
Por principios y ecología, deberemos elegir materiales de origen cercano y que no estén repletos de contaminantes. Podemos recurrir a cortes de césped después de un leve secado, hojas caídas (evitar las de nogal y tuya), helechos, restos de poda triturados, sacos de yute o cartones sin colas y barnices. Las hojas de pino también nos servirán para cultivos amantes de suelos ácidos como fresas, arándanos y arbustos ornamentales acidofilos. Incluso las hojas de higuera, que no son muy recomendables, son utilizadas en zonas mediterráneas para evitar ataques de insectos como el alacrán cebollero.
Uno de los mejores materiales por su comportamiento, acción sobre el suelo y su composición son las ramas fragmentadas, que podemos obtener de la limpieza de montes y setos, eso si siempre y cuando dispongamos de una maquina trituradora-fragmentadora, con la que poder hacer astillas con los desechos de ramas, pero no estamos hablando de una herramienta barata. El alquiler de la misma  también pudiese ser una opción.
La experimentación y la paciencia nos irán dando pistas de cuales de los materiales son los más adecuados.Por si os sirve de ayuda aquí os dejo este enlace al articulo publicado en la Fertilidad de la Tierra: El acolchado permanente.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Una hortaliza desconocida y sabrosa: El apio nabo

En primer lugar, mil perdones por las pocas entradas durante esta temporada, pero otras tareas entre ellas la atención del huerto me tienen ocupado.
Hoy vamos a hablar de una hortaliza de carne blanca y deliciosa.  Muy utilizada en ensaladas y sopas y que he empezado a cultivar en mi huerto.No demasiado antigua, muy poco conocida en la Península Ibérica, aunque desde el desde el siglo XIX esta presente en los huertos de Europa Occidental (sera que seguimos sin ser Europa...) donde es apreciada. Aunque mucho tiempo atrás ya se conocia y apreciaba en Italia y sobre todo, en Europa Central.
Como su primo el apio de pencas es algo delicado, ya que es sensible al frío y relativamente exigente en cuanto al suelo y humedad.
 No obstante, en un clima moderado (sin demasiado calor ni grandes heladas) y húmedo como el de la cornisa Cantábrica podemos cultivarlo con éxito. La duración del cultivo es de unos siete meses, se sembrara en primavera cuando pase el riesgo de heladas y se recogerá antes de los fríos invernales.
Una de las limitaciones a la hora de cultivar el apio nabo es la tierra, que como su pariente es muy exigente. Necesita un suelo rico en humus, bien labrado, fresco y con buen drenaje. En cuanto al ph el neutro es el mejor. Antes del cultivo, debido a sus exigencias en materia orgánica sera necesario aportar una buena cantidad de compost bien descompuesto y ceniza de madera para aportar potasio a la tierra.
Durante el cultivo, una vez trasplantado a su lugar definitivo, deberemos mantenerlo libre de hierbas y suministrarle riegos regulares. Soporta mal los periodos de sequía, por lo que un acolchado podría ayudar a mantener la humedad del suelo. Por lo demás no necesita muchos mas cuidados, pero un abonado a base de purín de consuelda cuando empieza a formare el bulbo hace que alcance mas grosor.
Bueno ya os contare mas cuando los recoja, por el momento están formando unas hermosas bolas con una pinta estupenda.